"El Socialismo es una necesidad de la organización de la vida"
J.Posadas

domingo, 5 de mayo de 2013

Editorial: El SALARIO VITAL MINIMO es un DERECHO DEMOCRÁTICO


Editorial
El SALARIO VITAL MINIMO es un DERECHO DEMOCRÁTICO

Hace pocos días los trabajadores de la construcción conmovieron Montevideo con una manifestación y acto frente al Palacio Legislativo organizado por el SUNCA, no sólo por la masividad de la demostración, sino por los objetivos de la misma: la aprobación de una ley de responsabilidad penal que los ampare en los 50000 accidentes anuales en la actividad, de los cuales muchos provocan la muerte del trabajador y en la mayoría de los casos provocan discapacidades diversas.
La tercera semana de abril vivió  otras manifestaciones de trabajadores, por ejemplo, la de los trabajadores de ANCAP agrupados en FANCAP manifestando su repudio y buscando evitar la asociación con privados en el abastecimiento de combustibles en el Aeropuerto de Carrasco.
Asimismo, la propuesta del PIT CNT de expender artículos de primera necesidad sorteando la intermediación para abaratar costos es una iniciativa política como otras de trascendencia que ha tomado la central obrera, por ejemplo cuando en el año  2012 llamó a debatir  la convocatoria a  una Convención Nacional Constituyente y más tarde presentó la iniciativa al Frente Amplio.
Miles de trabajadores de la construcción se movilizaron en defensa de la  vida y seguridad en las obras 
Los trabajadores organizados se encuentran ante la necesidad de concentrar y centralizar  su accionar en la lucha por un salario mínimo nacional que avance en la vía de superar la desigual distribución del PIB, las próximas rondas de consejos salariales y la última Rendición de Cuentas de este período de gobierno pondrán a prueba la capacidad de movilización y la estrategia de defensa y aumento salarial que desplegará la central obrera.
Los necesarios cambios estructurales del país
Datos objetivos informan que alrededor de 800 000 trabajadores/as perciben ingresos  los colocan por debajo de la línea de pobreza. Dirigentes y corrientes del Frente Amplio  polemizan   ante lo que se  califica como de “agotamiento del modelo de crecimiento” junto a la necesidad de encarar  la redistribución de la riqueza  desde una perspectiva integral, colocando  en discusión el proceso productivo, las relaciones de trabajo y el accionar del Estado  en  impuestos y gastos, aunque sin definiciones programáticas ni propuestas concretas. Mientras tanto,  se mantiene un modelo impositivo regresiva sostenido en la recaudación del IVA  y al IRPF, impuestos que caen sobre los ingresos producidos por el trabajo. Si bien el IRPF no recae sobre los salarios bajos o muy bajos, el IVA cae cual marronazo sobre el gasto esencial de las familias, destinado a  alimentación, transporte  y servicios.
El funcionamiento del sistema se sostiene en pilares tan endebles como el Salario Mínimo Nacional, la imposición al consumo y los ingresos por trabajo, y en la bonificación y exoneración impositiva al agro, la industria, la banca. Esta es una de las bases de una crisis que se coló en el mismo Consejo de Ministros y en el Frente Amplio, aunque algunos  de sus integrantes vienen dedicando  energías a  malabarismos electorales.
El agotamiento social  del modelo económico  se sostiene en una estructura de distribución del PBI frágil, desigual, reiteramos,   que condujo  hace unos meses  al Ministerio de Economía y Finanzas a  hacer maquillajes en el cálculo  de inflación. La menguada rebaja del IVA en dos puntos no encuentra el momento de imponerse, mientas el Salario Mínimo Nacional  se mantiene en los $ 8 OOO.
El 1º  de Mayo es propicio para el análisis y la definición   por parte de los trabajadores organizados  de la estrategia futura. Procesos  y Gobiernos  que no  avanzan en formular y concretar transformaciones estructurales, Chile antes, Paraguay más recientemente,  retroceden  al quedar atrapados en las reglas del sistema capitalista. Los que arriesgan –aun en forma combinada y desigual –  van logrando consolidar procesos de cambio, como los que vive Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia o la Argentina,  donde el Gobierno avanza en aprobar la reforma democratizadora  del Poder Judicial.
El sistema juega al chantaje social   cuando amenaza con que el accionar de los trabajadores  conducirá al país a etapas aciagas, ya vividas, poniendo en cuestión  “la viabilidad  de decenas de empresas y de miles puestos de trabajo” (“El País”).  En  España no existieron mejoras salariales o de condiciones laborales, sin embargo  ya sobrepasó los 6 millones sin trabajo, mas de un 25% de la fuerza laboral. El sistema se sincera, pero la premisa es que el capitalismo debe  continuar, aunque el Gobierno sea del Frente Amplio, o   viene el caos.  Un sector de la conducción del Frente Amplio no ha mostrado diferencias con el  razonamiento que  justifica la desigualdad, como mal necesario ante  las “bondades” del sistema.
Cuando  el Ministro Fernando Lorenzo anuncia “cambios estructurales” se refiere al  objetivo de aplicar ciencia y tecnología a la producción, al aumento de la productividad, a plantar cada centímetro del territorio nacional, a la minería a cielo abierto, al uso de agroquímicos, al aumento de las exportaciones e importaciones, pero no refiere a las formas de producción, a la transformación de la función social   de la propiedad, de  los medios de producción y cambio.
La central obrera deberá ser quien aparezca colocando  el programa  de transformaciones estructurales sobre la mesa, trabado como lo está el Frente Amplio – por ahora – en contradicciones internas. La modificación de la estructura institucional, económica, de las formas de producción y distribución,  se ha puesto  en el orden del día por   la intervención de los trabajadores organizados en sindicatos y la central obrera.
La conducción mayoritaria del Frente Amplio se entretiene – y procura entretener -  anunciando que va a analizar un nuevo programa,  cuando no aplicó desde el Gobierno nacional,  el programa vigente. Dicen no querer auditar al Gobierno, mientras se acentúan pronunciamientos de sectores y la disputa  por fuera de los organismos conduce al mismo resultado.
El Estado debe controlar el gran comercio exterior y el gran comercio interno por donde pasa el gran negocio y negociados del sistema. De otra forma, el Estado opera como garantía  de la apropiación de  la tasa de ganancia del empresariado.  El Sistema Nacional Integrado de Salud, la educación, incluidos los salarios de docentes y no docentes, infraestructura nacional, vivienda, saneamiento, cooperativas obreras, necesitan recursos cuantiosos que es necesario tomar en donde se encuentran concentrados.  El Gobierno debe duplicar el Salario Mínimo Nacional y las Jubilaciones y pensiones mínimas, en lo inmediato. No existe superior concepción y programa hacia la cohesión e inclusión social cuando desde el Ministerio de Desarrollo Social se declara  incapacidad para revertir la tendencia a la polarización social.

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