2013
- 2014
Gobierno
Nacional: 2 años
para
cumplir el programa.
Frente
Amplio: 2 años para madurar en
función del
socialismo.
Gobernar
es preveer, adelantarse al porvenir, mientras se construye el
presente. El editorial de la última revista “Políticas”
afirma que el Gobierno realiza revisión crítica de su accionar,
con reuniones permanentes. Análisis crítico que debería ser
compartido con los integrantes de la estructura del FA, de tal
manera que estimule la convicción de sus partidos y militantes a
intervenir en el debate, aportar propuestas, concretando un
Gobierno participativo.
Es
necesario romper con la pretensión de ser infalibles en las
decisiones, cuidando la base social que sostiene al Frente Amplio,
integrándolos al debate de los asuntos esenciales, sobre todo las
denominadas señas de identidad. Reganar para el proceso de
transformación al vasto sector crítico que supo marcar diferencias
en mayo del 2010, que se mantiene aún distante del Frente Amplio y
el Gobierno.
En
el documento que publicamos en página 3 de Frente Obrero
ponemos el acento en la necesidad de ir a las fuentes, las
resoluciones del último Congreso del FA, Zelmar Michelini para
incluirlas en el Plan Político a aplicar en los próximos tiempos.
No debería existir un Frente Amplio que debate y resuelve en sus
Congresos, que luego sea otro el que asume la conducción del país.
El
Estado necesita recursos que permitan abordar políticas
estructurales que no sólo den cuenta, según datos de encuestas, de
la reducción focalizada de la pobreza. Pobreza y marginación que
no se miden en simples parámetros de ingresos familiares. Resulta
urgente una batería completa que ataque el origen y la permanencia
económica, social, cultural y territorial de la desigualdad.
Fundamentadas propuestas para gravar a las rentas del capital, (las
realizó hace poco Pedro Buonomo, asesor Presidencial) no van
encontrando vías de aplicación. Se imponen, en cambio,
decisiones de política económica sostenidas en sectores de peso,
pero muy minoritarios, que, por ahora, monopolizan la conducción
del Ministerio de Economía y Finanzas.
Es
urgente ingresar en período de transición hacia un nuevo Estado,
transformación del viejo y podrido Estado capitalista, la madre
de todas las batallas, como lo calificó Tabaré Vázquez
en su momento. Un proceso que es posible sostener en lo que algunos
denominan bloque social de los cambios, el frente único del
Frente Amplio y la central obrera, los sindicatos, junto a otras
fuerzas sociales.
El
Uruguay pierde soberanía cuando anuda su estrategia económica al
capital trasnacional y el mercado mundial capitalista, que vive
profunda crisis estructural, no episódica. El Gobierno nacional
mantiene exoneraciones del impuesto al patrimonio por décadas a
empresas trasnacionales en las Zonas Francas. La exoneración de
impuestos a la nueva fábrica de celulosa “Montes del Plata”
recién aprobada, es otro ejemplo. Continúa el proceso de
extranjerización de la propiedad, de extracción de beneficios,
capitales, hacia el exterior.
Últimas
decisiones involucran sectores estratégicos de la economía: Usina
re gasificadora, puerto de aguas profundas, minería de gran porte,
en vías de ser concesionadas a capitales privados. Asimismo, el
sistema tributario grava ingresos salariales, y no a las rentas del
capital, como lo analiza el documento aprobado por la Mesa
Representativa del PIT CNT que analizamos en anterior edición de
Frente Obrero.
La
legislación que dio poder a los trabajadores organizados comienza a
ser vista como una traba por el Gobierno.Nacional. No resulta
sostenible cuestionar aumentos salariales para FOEB, culpándola de
una futura inflación, cuando es ahora que su control se ha hecho
esquivo. Exigir supuesta solidaridad con los trabajadores/as que
menos cobran, no resulta objetivo, cuando el mismo Poder Ejecutivo
fija el Salario Mínimo Nacional de 8 000 pesos, mientras el país
convive con cientos de miles de trabajadores que reciben salarios de
alrededor de 10.000 pesos.
Insistimos
en la urgente necesidad, hasta una obligación moral del Frente
Amplio, de encarar la elevación general y selectiva de salarios
y jubilaciones deprimidas, junto a la regularización del 20 % de
trabajadores en negro. En Frente Obrero de octubre el
Economista Jorge Notaro demostró que existe suficiente margen en el
funcionamiento de la economía para avanzar en esta vía. Incluir los
salarios, su mejora, entre las variables de ajuste, resulta un
profundo retroceso ideológico y programático. Se recurre a una de
las premisas fundamentadas, difundidas y aplicadas por el Fondo
Monetario Internacional. La concepción de colocar topes a los
ingresos de los trabajadores avanza en vía de la congelación de
los salarios, otra de las propuestas del FMI.- Resulta paradojal
que el Frente Amplio, que promueve la redistribución
equitativa de los ingresos, intente limitar ingresos salariales, sin
atacar la concentración de riqueza y propiedad.-
El
comercio exterior debería quedar bajo el control y conducción
monopólica del Estado, permitiendo dirigirlo en función social
del desarrollo nacional, limitando el poder trasnacional. ¡Ahí
están los recursos! El Frente Amplio tiene que debatir estos
asuntos, romper con un centralismo mal encarado, que ha conducido a
la catástrofe a Partidos políticos que adoptaron el criterio de que
las decisiones del Gobierno deben ser apoyadas a como de lugar.
Es
necesario rectificar, modificar el rumbo. El tiempo se agota, tanto
como la paciencia de la gente. Los sectores sociales más dinámicos,
los que crean opinión, la vanguardia, demandan nuevas orientaciones
en la política del Gobierno, que conduzcan a cambios estructurales.
El Frente Amplio ganó el Gobierno, pero mantener un apoyo
irrestricto a sus decisiones no conduce al crecimiento del apoyo a
la fuerza política y la intervención política de su base social y
política. Al contrario, se muestra un retroceso político y
organizativo del FA.
Existe
inmejorable condición para avanzar impulsar junto al PIT CNT, la
comprometida Convención Nacional Constituyente, asunto prioritario,
así resuelto, tanto por el FA como por el PIT CNT. Deberíamos ser
capaces, la gente lo demanda, en transformar y recrear los
contenidos de transformación social que constituyen lo más elevado
de los fundamentos que legitimaron, en su origen, al Frente
Amplio. Las próximas instancias de discusión de la fuerza política,
en primer lugar el próximo Plenario Nacional, deben ser ámbito
adecuado, necesario para comenzar a cambiar. Es oportuno no dejar
pasar la oportunidad: más temprano que tarde, nos lo reclamara la
historia, nuestra propia historia.-
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