"El Socialismo es una necesidad de la organización de la vida"
J.Posadas

martes, 16 de febrero de 2010

Programa lunes de carnaval

Después del Conrad

Eliseo Ramírez 12, febrero, 2010.

L a posición adoptada por los compañeros José Mujica y Danilo Astori muestra un profundo temor en enfrentar al sistema y avanzar en aplicar a fondo una democracia social que conduzca a aplicar un programa revolucionario. De ahí, que no existe mención durante cursos y discursos a los documentos fundamentales o el programa resuelto por el Frente Amplio.

La tendencia – que pronto se mostrará endeble – es a deslizarse a ofrecer más de lo mismo que siempre ofreció el sistema capitalista. Eso sí, en forma rigurosa, pulcra, en mejores condiciones para el capitalismo inversor, expoliador. Exactamente opuesto a lo que – hace 40 años – había declarado José Mujica que iba a concretar de acceder al poder.

Nuestra estrategia como IV Internacional, propone el Frente Único entre sindicatos, PIT-CNT, PSU, PCU, POR, propuesta que ya habíamos adelantado en 1994: “El Frente Amplio al Gobierno, el PIT CNT al poder”. Hoy se hace no sólo necesario sino que resulta imprescindible. No existe posibilidad alguna de desarrollo social sin la aplicación de un programa cuyo objetivo sea socializar el derecho a la vida, la plena ocupación con trabajo de calidad, la paz social, en armonía de las relaciones humanas.

No estamos planteando el "socialismo ahora”. No existen condiciones globales ni nacionales, culturales, para desenvolver un programa de fondo. Pero sí, absolutamente, para asumir un camino de transformaciones económicas y sociales revolucionarias. Esto no aparece para nada en el discurso, las propuestas del Gobierno Mujica-Astori.

No existe inversión químicamente pura, buena. No la puede brindar nunca el sistema capitalista sin extracción de plus valía, ni sin expropiar una parte considerable de los recursos del país y la renta nacional. El problema es en qué condiciones se planea las acciones: o se las organiza para darle oxígeno y sostener el sistema capitalista; o se la hace para tirarlo abajo, estimulando la intervención organizada de la población trabajadora.

Población que como en la Rusia Soviética de los primeros años del pasado Siglo, o luego en Vietnam, ahora en Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia etc., hizo, hace millones de sacrificios para sostener los progresos conquistados. Sin contar con esa confianza, se termina solo siendo representante indirecto, o directo, del sistema capitalista, aunque pintedos de rojo, azul.

Si vamos como país, como Estado, como Gobierno democrático y popular, a aceptar inversiones, es preciso que se exponga, se explicite, porqué aceptamos, cómo, en qué condiciones, aunque las empresas trasnacionales trasladen al exterior una parte sustancial de la renta generada dentro del país.-

El Gobierno que ingresará el 1º de marzo hace un llamado al sistema capitalista a reciclarse, a desarrollar la economía, a la espera de que esta, por si sola, "derrame" beneficios hacia la sociedad. Cualquier parecido con el neoliberalismo no es pura casualidad. En la República Argentina utilizan estos gestos para presionar al Gobierno de Cristina Fernández – con todas sus limitaciones, sin dudas - pero que se propone avanzar en transformaciones: “mire que país, pueblo y Gobierno responsable tiene el Uruguay”, destacando declaraciones de Mujica y Danilo Astori.

Al parecer, a partir de ahora, el Vicepresidente de la República, además, tiene poderes ilimitados, como nunca antes. Una estrategia que ha sido usada en otras oportunidades, cuando se trata de poner gente "potable" para las masas, a veces con pasado revolucionario como José Mujica, pero donde el que tiene la iniciativa es, para el caso, Danilo Astori, que representa a las capas medias, del buen pasar de los que solo piensan y obran en defensa de su sector. Claro, estas corrientes necesitan, para sostener esta perspectiva, una reactivación del funcionamiento del sistema capitalista. ¿Para qué hablar de socialismo? Cuestión que sí abordó Tabaré Vázquez en otra etapa.

La reunión con los empresarios - dicen que 1500 – en el Hotel Conrad mostró una conducción política insegura, dispuesta a aceptar lo que provenga del sistema. Una conducción que tiene absolutamente claro, además, que ella no representa un cambio social revolucionario para el Uruguay. Que busca sí una redistribución parcial, limitada, de la renta nacional, con algunos beneficios para la sociedad. Pero nada más. Si el nuevo Gobierno avanza en otra vía, lo será por las luchas sociales que vendrán, muy pronto. Aunque el común de la gente aún no lo perciba así.

Los anuncios de Mujica y Astori de que para el 2010 y 2011 se van a minimizar las inversiones y el gasto estatal para cumplir con los compromisos asumidos con los organismos internacionales (U$S 2700 millones en 2010 y U$S 3400 millones en 2011, aproximadamente) son una muestra de que se dejan de lado algunos objetivos fundacionales del FA. Que se ha comenzado a recorrer el camino hacia el capitalismo bueno, decididamente, sin ningún auto cuestionamiento. Es lo que tantas veces ha hablado José Mujica sobre su pragmatismo. Para Mujica, pragmatismo significa sinónimo de aggiornamiento al sistema. Hoy pagamos los platos rotos de aquellos acuerdos que en ningún momento se plantearon como alternativa no pagar o por lo menos renegociar una deuda ilegítima para el pueblo uruguayo.

Nuestro Partido busca construir un criterio social que por ahora permanece disperso, políticamente inconciente como masa, pero que está vivo en la mayoría de los trabajadores. Estamos persuadidos que, como contra cara de acuerdos bajo la mesa, de la construcción de una la política "violeta" en acuerdo con los partidos del viejo sistema, empieza a aparecer, con enorme fuerza, la opinión y decisión de intervenir, por ahora, de centenares de militantes, cuadros políticos y sindicales, que no están dispuestos a volver al período anterior al 1º de marzo del 2005, sino que se proponen profundizar el 2010. Se equivocan profundamente las políticas, tanto del compañero Mujica como del compañero Astori, cuando ponen el centro del desarrollo del Uruguay en los TIFAS, los TLC, o en el ALCA, un proyecto del imperialismo enterrado por los Gobiernos progresistas, nacionalistas, antiimperialistas y revolucionarios de A. latina en el encuentro de Mar del Plata durante el año 2005.

El centro de nuestra preocupación es cómo se construye la dirección en el Frente Amplio para encarar la etapa de transición hacia un Estado Revolucionario, proceso que ya venimos transitando. No proponemos nada que afecte al Frente Amplio, ni nada contra José Mujica y el Gobierno que comenzó ya a instalarse. Por el contrario, resulta fundamental elevar la masa crítica para romper la hegemonía del adversario histórico, el que se viene metiendo en nuestro campo, camuflado, sostenido, por el sistema capitalista, imperialista, mundial. Esto significa, en nuestra opinión, defender el proceso que le dio origen al Frente Amplio hace 39 años, ente otros a los compañer@s asesinados como Zelmar Michelini o Héctor Gutiérrez Ruiz, junto a tantos otros.

Pretendemos sentar una línea de acción político social que si bien tiene sus fundamentos históricos en siglos de lucha social, en particular desde 1848 con Marx y Engels y el Manifiesto Comunista en adelante, ahora nos exige capacidad para construir, destruyendo a la vez todo lo que traba el progreso, sin caer en el vacío ni tampoco en el vamos a ver qué pasa o que viene luego. Estamos analizando la crisis a partir del progreso conseguido. Para que se pueda avanzar, es necesario eliminar todo lo que traba, detiene, somete, prostituye o desvía el desarrollo de la lucha de clases. Lucha de clases que no es final sino comienzo de la construcción de la nueva sociedad, la vida plena para toda la población, sin excluidos, sin excluidores.

Se trata de aprender como avanzar en esta etapa final del sistema capitalista. Un sistema que concentra el poder de todos los sistemas anteriores, potenciado a enésima. Sistema capitalista que puede destruir, de hecho lo viene haciendo, la especie, la naturaleza, la vida conciente, representada por la civilización humana en el planeta. No nos asunta, tampoco paraliza o conduce al abandono de la lucha por el socialismo, lucha que se representa en la conciencia de millones de seres en todo el mundo. Confianza política que permite adquirir la capacidad organizativa para proponer esta discusión sin hacer nada por fuera ni menos aún en contra el progreso conquistado, a conquistar. Polémica constructiva en procura de organizar la dirección dentro del Frente Amplio y del PIT CNT indisolublemente unida a la necesidad del progreso social.-

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