Editorial nacional - programa C X 4O lunes 18 de marzo - hora 8 AM

*"Cuando una parte del cuerpo social está enferma, toda la sociedad lo está"

           

No  resulta justo humana , socialmente, la condición vulnerable que viven trabajadores del transporte , en particular los del taxímetro, que por propia característica quedan expuestos a agresiones que ponen en cuestión su seguridad personal y , por derivación, la de sus familias. Somos solidarios con los trabajadores del taxímetro, con la familia del trabajador asesinado en la madrugada de ayer en el barrio Sayago.

El que haya disminuido el porcentaje de robos, agresiones y crímenes contra taxistas  no obstruye reconocer  que existe un asunto grave que tiene no sólo muy negativa expresión personal y familiar sino que agrede a toda la sociedad. El problema, como lo analiza el sindicato del taxi en un comunicado, involucra la condición de explotación en exceso – la explotación del trabajo y la expropiación capitalista de  plusvalía resulta innata al sistema -  con jornadas laborales aceptadas por el MTSS de 12 horas diarias, en una tarea que requiere máxima concentración, con un movimiento vehicular acrecentado, en condición, además, de exposición física sedente durante extensas jornadas, un día, otro día.

Creemos que es necesario no sólo preservar la vida de los trabajadores del taxímetro sino su calidad de vida  cuestionada institucionalmente por un régimen laboral y salarial que pone en entredicho no sólo su seguridad personal sino la de la circulación en la ciudad. ¿Por qué lo que se intenta prohibir como extensas jornadas en los chóferes del transporte inter departamental no se comienza a aplicar para los trabadores del taxi?

Esto no resuelve seguramente impedir  agresiones , asaltos  y muerte de los choferes, un asunto que como se sabe no se resuelve solamente con mejor y más vigilancia del M º del Interior, aunque sea un reclamo social justo. Debe rechazarse de plano de que las cosas son así, de que existan crímenes alevosos a trabajadores casi sin defensa alguna. No es cierto que esto sea un mal social generalizado. Individuos o individuas que asesinan a un trabajador  por 5 reales – o aunque fuera por otra bolsa – se explica por un  sistema desigual en todas sus variantes (económica, social, familiar educativa, geográfica, etc.).

La marginación total que transforma de otra manera al ser humano agresor de otros, proviene de un problema estructural de la sociedad, como de alguna manera lo plantea el sindicato de los taximetristas. La sociedad, el movimiento obrero que reúne a todos los sindicatos, incluído el SUATT se deben, nos debemos esta discusión, tanto como se la debe el Frente Amplio , el MTSS, el Poder Ejecutivo, el Parlamento.-

Cuando se trata de preservar la seguridad, la integridad física, social, emocional de los trabajadores – como lo vienen haciendo con éxito otros sindicatos como el SUNCA y la UNTMRA preservando seguridad y vida de los trabajadores con decisiones de control obrero en los centros de trabajo – por ejemplo , en la mega obra de Montes del Plata, en Colonia – todas las acciones, previsiones, son pocas. Porque los sindicatos, frente a sistemas de marginación  y explotación laboral extrema – como practican las patronales del taxímetro – están obligados a luchar por transformar esta dura realidad.

Se comprende la reacción de paro general del transporte aunque no es suficiente. Nos debemos involucrar todos en estos asuntos. Una sociedad es enferma cuando una parte de ella lo está, recordamos, afirmaba Tabaré Vazquez desde el Gobierno de Montevideo, cuando se adoptó la decisión de colocar mampara en  los taxis, aunque no se obligó como se debio. Se debe, a que los empresarios inviertan en vehículos con espacio suficiente que supere la actual incomodad en que se traslada pasajeros.

Existe mucho paño para cortar en este asunto.  Cuando se acepta como irreversible que un trabajador corra el riesgo de no retornar a su hogar, a su ámbito no ya por un  accidente evitable sino por una agresión, es porque muchos asuntos siguen quedando pendientes. Convendría averiguar por ejemplo, comparar, con una sociedad bloqueada, con múltiples dificultades de existencia como la Cuba socialista. Seguramente comprobaremos que también aquí la transformación revolucionaria en curso   protege la vida social  con una calidad distinta del sistema capitalista al embelesa a nos pocos dirigentes del Frente Amplio  que admiten ser impresionados por una modernización productiva por ejemplo en agro, la inversión, las inversiones, etc. que no cambian  la raíz de  explotación y marginación social