Ramón
Fonticiella
Columnista
invitado
Entre
la justicia social del FRENTE AMPLIO,
y
el amiguismo y limosna de la derecha
Estamos
mejor. Lo afirmo desde el interior profundo del país. Negarlo es
negar los mejores salarios, mejor salud, mayor equilibrio de
oportunidades (no digo igualdad), mayor apertura…y más
solidaridad.
Desde que con Tabaré
ganamos el gobierno, comenzó la tarea de la conquista del poder. Que
no ha terminado y seguirá por mucho tiempo. Pero en el camino se ha
obtenido logros significativos. Doy un ejemplo. Soy maestro y lo que
digo lo afirmo con fundamento: los trabajadores de la educación
nunca estuvieron mejor…aunque falte mucho. No sólo hablo de
salarios; me refiero a respeto de derechos, instrumentación docente
y administrativa, a todo. Seamos intelectualmente honestos: no
pensemos por esquemas. Mucho depende también de nosotros mismos, de
nuestra actitud, decisión…y solidaridad.
Con el ejemplo no
pretendo polemizar: sólo marcar que estamos en cambio. En un cambio
dentro de un modelo solidario, lejos mejor que el que impulsa la
derecha.
¿Por qué digo
esto? Porque nuestras propias discusiones pueden confundir a quienes
más necesiten del modelo frenteamplista de conducción del
Estado. Los roces internos, la defensa de pequeñeces y posiciones,
los personalismos, la tentación por juntar votos a cambio de
entregas ideológicas ¡no puede perdernos!
La única salida del
pueblo es la Justicia Social (y política) del modelo frenteamplista,
La limosna, el amiguismo, la solución individualista con desmedro de
la colectiva, son los instrumentos de la derecha. ¡No nos tentemos
con el facilismo de ganar votos, cargos y “prestigios”! Luchemos
por la defensa ideológica y estratégica que construye el Frente
Amplio.
La tarea no es
fácil, sobre todo en lugares como Salto, donde el amiguismo, la
demagogia, la carencia de pudor en la violación legal por parte del
Gobierno departamental, han ido minando las reservas de quienes
presentan una mayor fragilidad ideológica. Aún dentro de nuestras
propias filas.
No es sencillo leer,
oír y ver un día sí y otro también que la gestión del Intendente
es buena. No es agradable percibir que la acción “goebbeliana”
de los mercenarios golpea las mentes de los propios compañeros.
Tanto repetir falsedades, conceptos reñidos con el modelo popular,
que algunos llegan a pensar que “más vale no enfrentarse”.
Los frenteamplistas
debemos ser muy firmes. La sociedad que se impulsa desde los
gobiernos no frenteamplistas no es la que trata de construir
nuestra Fuerza. No es lo mismo recibir la dádiva de un cargo, de
unas chapas o simplemente la anulación de una multa, que trabajar
para que todos tengan viviendas dignas, concursen por sus
puestos o colectivamente trabajen por un tránsito ordenado.
Si somos
frenteamplistas defendemos nuestro modelo. Juntémonos para
sostenerlo.
Salto,
1 º de agosto, 2013.-
Ramón
Fonticiella
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